El Senado argentino acaba de aprobar la esperada Ley de Bases y el Pacto Fiscal, en una votación que culminó con 36 votos a favor y 36 en contra, siendo la vicepresidenta Dra. Victoria Villarroel quien desempató a favor. Este hito promete revolucionar el panorama económico del país, especialmente en el sector inmobiliario.
Un Nuevo Horizonte de Estabilidad y Confianza
La Ley de Bases ha generado una ola de expectativas en el mercado, brindando confianza y los instrumentos necesarios para la inversión, en un entorno de seguridad jurídica que el sector necesitaba urgentemente.
Impacto en el Mercado Inmobiliario
Derogación de la Ley de Alquileres: La eliminación de esta ley controvertida facilita acuerdos más flexibles y justos, revitalizando el mercado de alquileres.
Proyecto de Créditos Hipotecarios: Se espera una mayor accesibilidad a la vivienda, incentivando tanto a compradores primerizos como a inversores.
Recuperación de la Confianza: La estabilización política y económica ha restaurado la confianza de los compradores, viendo el mercado inmobiliario como una opción segura y rentable.
Blanqueo de Capitales: Este mecanismo permitirá a los argentinos declarar fondos no registrados a cambio de beneficios fiscales, inyectando capital fresco y fomentando nuevas inversiones.
Un Futuro Prometedor
La Ley de Bases no solo aporta seguridad jurídica, sino que también allana el camino para una reducción sostenida de la inflación. A medida que los índices inflacionarios disminuyan, la capacidad de ahorro de las personas se recuperará, permitiéndoles acceder a créditos y mejores condiciones financieras para la adquisición de propiedades.
Este nuevo escenario marca el inicio de una etapa inédita de recuperación para el mercado inmobiliario argentino. Con políticas claras y favorables, un entorno de mayor estabilidad y el regreso de la confianza en las inversiones, el sector se prepara para un futuro lleno de oportunidades y crecimiento sostenido.
Conclusión
La aprobación de la Ley de Bases y el Pacto Fiscal no solo representa un hito legislativo, sino también un catalizador de un ciclo económico virtuoso. El mercado inmobiliario argentino se posiciona como uno de los grandes beneficiarios, listo para capitalizar cada una de estas transformaciones positivas.